Comenzamos el año con la misma tónica que despedimos 2020 y a las puertas de una tercera ola; un último envite para el que  debemos estar preparados pese a que las fuerzas estén al limite como consecuencia de esta pandemia la cual, ha dejado a empresarios y autónomos agotados y rebasados por la realidad.

La pandemia llegó para instaurar nuevos cambios y las empresas han tenido que adaptarse a ese panorama. Para las empresas es capital saber qué es lo que se avecina para comenzar a generar planes y perfilar sus estrategias de cara al 2021.

 

A pesar de la previsión de crecimiento del 40% en los concursos de acreedores, 2021 será el ejercicio clave para la reactivación económica.

 

Aunque el Gobierno aprobara el pasado mes de noviembre un real decreto por el cual amplía la moratoria hasta el 14 marzo de 2021 para que las empresas insolventes se declaren en concurso de acreedores, las previsiones sobre esta herramienta legal no son nada halagüeñas para 2021.

El ya pasado 2020 ha sido un año complicado. La crisis sanitaria provocada por la Covid-19 ha pasado factura a todos los ámbitos de la sociedad española y exponencialmente al mundo empresarial. Las distintas industrias y compañías de cualquier tamaño y sector se han visto obligadas a ajustar sus estrategias y sus cuentas en este ejercicio. Aun así, 2021 será todo un reto para el tejido empresarial de nuestro país y es que, tal y como aseguran fuentes oficiales consultadas, se prevé que los concursos de acreedores se disparen un 40% con respecto a 2020. La moratoria hará que muchos de los concursos que contabilizaremos el próximo año pertenecen a negocios que ya habrían quebrado o cerrado sus partes en 2020 (empresas zombie), pero que han retrasado el trámite jurídico de la liquidación al siguiente ejercicio.

 

A nivel mundial, las previsiones señalan que el índice de insolvencia para el próximo ejercicio rondará el 38%, siendo España uno de los países con un porcentaje más alto con una subida hasta el 45%. En este escenario, las empresas se verán abocadas a solicitar concursos de acreedores. Acudir a mecanismo de refinanciación y reestructuración resultará clave para minimizar los efectos del fin de la suspensión de la obligación concursal tras el fin de la moratoria a mediados de marzo. 

A pesar de la reticencia habitual de pymes y autónomos a acogerse a la fórmula concursal para solventar sus insolvencias, este miedo inicial y la situación actual han hecho que éstos exploren nuevas vías y no opten por el cierre de sus negocios.

 

No obstante, el mensaje para el 2021 debe de ser optimista. Continuarán produciéndose malas noticias y datos negativos durante los primeros meses pero,  la reactivación de la economía a partir del segundo semestre parece ser un consenso generalizado entre los expertos tras la llegada de la vacuna.

Miles de empresas han cerrado sus puertas; sin embargo, aquellas que hayan contado con suficiente ‘músculo financiero’ para soportar el desplome de la actividad durante 2020,  se verán recompensados con un intenso repunte de la actividad a partir de julio de 2021, previsiblemente.

 

En Lazarus Management estamos a su servicio para asesorarle y poner a su disposición más de 20 años de experiencia gestionando empresas. Le acompañamos y ejecutamos procesos de reestructuración, reorganización y refinanciación a través de la realización de planes de viabilidad y nuestros servicios de mediación y administración concursal.

 

 

 

Fuente: ElMundoFinanciero.

 

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