ERTES, ERES, Preconcursos, Concursos de Acreedores… son palabras que en estos días oímos con mayor frecuencia y que, seguiremos oyendo durante un largo periodo de tiempo. Todas ellas, corresponden a herramientas o mecanismos que la ley pone a disposición de las empresas para garantizar la continuidad de las mismas.

Qué herramienta usar, cómo, cuándo… son preguntas que difícilmente nos detenemos a evaluar cuando la situación es extremadamente crítica.

No obstante, pese a la premura, debemos realizar una planificación previa, pues las prisas son malas consejeras. Esto no quiere decir que demoremos la toma de decisiones (trabajaremos más horas si es necesario en situaciones como la que vivimos) pero debemos decidir bajo un prisma analítico y conociendo muy bien cada uno de los “por menores” de las herramientas, ya que pueden resultar un alivio inicialmente y tornarse en contra a un medio plazo.

Por ejemplo; toda empresa que se haya acogido a un ERTE, debe saber que el Gobierno estableció una “salvaguarda de empleo” por la cual, las medidas extraordinarias en el ámbito laboral estarán sujetas al compromiso de la empresa de mantener el empleo durante el plazo de seis meses desde la fecha de reanudación de la actividad, según recoge el BOE.

Otro ejemplo aplicable; sería el tipo de interés de los prestamos ICO y su retorno, la moratoria en el pago de impuestos, refinanciación de la deuda con acreedores, etc. ¿Viable?… son cuestiones a evaluar.

Hace unos días, hablamos de las funciones del Gabinete de Crisis entre las cuales se encuentran (entre otras) la elaboración, ejecución y seguimiento del Plan de Viabilidad.

Este plan tiene como objetivo establecer las medidas técnicas, humanas, organizativas y financieras necesarias para garantizar la continuidad del negocio y las operaciones de la compañía.

Así pues, será perentorio disponer de toda la información necesaria tanto por parte de la empresa, por parte de nuestros asesores externos, en materia legal y de la normativa de esas herramientas a ejecutar… para poder dibujar los diferentes escenarios que se puedan dar de cara a planificar de la forma más precisa los pasos que debemos seguir para atravesar este puente de lianas que, de seguro, conseguiremos cruzar.

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