Como ya comentamos en anteriores post, una empresa es un proyecto vivo, y como proyecto en constante cambio y evolución es muy difícil mantenerlo a flote, sobre todo durante sus primeros años o en una crisis como la que estamos empezando a experimentar. En el primer supuesto, en el caso de empresas de reciente creación,  el 75% de las empresas desaparecen en los primeros años de vida del proyecto por fallo en el liderazgo y problemas internos; otro 70% desaparece después del fallecimiento de su fundador y huelga decir, el porcentaje de empresas que ha desaparecido a consecuencia del coronavirus. Hoy analizamos la reorganización de una empresa para evitar estos problemas.

 

En gran medida, esto se debe a que la organización de las mismas no les permite funcionar independientemente de manera eficiente, y aunque esto tal vez no esté directamente relacionado con el producto o servicio que ofrecen, termina provocando, entre otras cosas, pérdidas importantes de dinero. Las principales problemáticas en este sentido son:

  • Empleados que desconocen la labor de las otras áreas de la empresa
  • Una incorrecta administración del tiempo
  • Obstaculización en los procesos internos de la empresa
  • Información insuficiente a los trabajadores
  • Falta de liderazgo
  • Un sistema de control interno muy deficiente

Si estas problemáticas no se detectan a tiempo, y no se ponen en marcha acciones correctivas, representan altos riesgos para la perpetuidad de la empresa. Una de las acciones correctivas más aplicadas y más efectivas es la reorganización de una empresa, donde se ataca a cada una de las problemáticas nombradas anteriormente, mediante la reestructuración de tareas, cargos, sistemas, procesos, y hasta la cantidad de personal.

 

Beneficios de la reorganización de una empresa.

El objetivo es sacar el máximo provecho de los recursos que posee la empresa en base a objetivos claros y precisos, de manera que mejoren y agilicen procesos de toma de decisiones, el liderazgo y la comunicación. Sin perder de vista los resultados económicos y el bienestar de todos los trabajadores. A través de un correcto proceso de reestructuración es posible obtener los siguientes beneficios:

  • Reducción de costes innecesarios por exceso de personal o procesos ineficientes
  • Mejora en la eficiencia de los procesos internos y por lo tanto un servicio o producto de mayor calidad
  • Equilibrio en la distribución de la carga laboral de los trabajadores
  • Fluidez en la comunicaciones internas y externas
  • Efectividad y agilidad en la toma de decisiones
  • Longevidad para la empresa

Para lograr esto, existen tres estrategias principales para llevar a cabo la reorganización de una empresa que desemboque en éxito:

Downsizing:

El significado estricto de Downsizing es “reducción de plantilla”, pero no es tan sencillo. Consiste en una estrategia que busca la reorganización o reestructuración de una empresa, reduciendo su personal y equipos, con el objetivo de mejorar los sistemas de trabajo, aumentar la productividad y mantener la competitividad en el mercado. Podemos definir dos tipos de downsizing:

  • Downsizing reactivo: Tiene lugar cuando la reestructuración se lleva a cabo sin haber realizado un estudio previo y como respuesta a los acontecimientos que se van dando en el mercado
  • Downsizing proactivo: La reestructuración de la plantilla tiene lugar tras un estudio y cálculo detallado que tiene como objetivo potenciar la productividad, eficiencia y competitividad de la empresa.

Entre las ventajas del downsizing, podemos mencionar:

  • Incremento de la productividad
  • Reducción de la burocracia
  • Mejora de la comunicación
  • Reducción de costes

Aunque sea de vital necesidad aplicar esta medida en una empresa, nunca debe llevarse a cabo sin una planificación previa, ya que de esta forma evitaríamos la consecución de resultados nefastos y numerosos aspectos negativos, tales como:

  • Desmotivación de los trabajadores
  • Mantener la misma estrategia empresarial que estaba llevando a cabo antes del downsizing
  • Pérdida de capital social

Resizing:

El Resizing como la palabra lo indica, tiene que ver con replantearse si una reducción de plantilla ha sido la estrategia correcta, es por eso que suele ser la consecuencia de un Downsizing mal aplicado y que no ha obtenido los objetivos deseados, al contrario, ha afectado negativamente a la empresa u organización.

El redimensionamiento de la empresa no se refiere solo a plantilla, lo indicado es que se lleve a cabo de manera coherente a todos los niveles (físico, administrativo, financiero y recursos humanos), de modo que los cambios puedan verdaderamente repercutir en el alcance de la empresa y asegurarle un estabilidad financiera.

 

Rightsizing:

Como punto medio existe el Rightsizing, es decir “la correcta medida”. Que es una acción mucho más estratégica y mucho menos drástica que las dos anteriores. Una acción de Rightsizing puede requerir aumentar o disminuir la plantilla periódicamente o permanente para hacer frente a determinados picos de demanda, con el objetivo de mejorar la productividad.

 

 

 

Casos de estudio

El referente mundial en reorganizacion empresarial, es la histórica empresa tecnológica IBM, que ha demostrado no dudar en reorganizarse proactivamente cuando el mercado lo amerite. Registra unos 100.000 empleados despedidos o reubicados desde 1985, siendo la más reciente reorganización en 2015, con un Downsizing de 15.000 empleados en todo el mundo.

Martin Schroeter, director financiero de IBM, aseguró que estos cambios estaban dirigidos a “responder mejor a clientes que demandan soluciones cada vez más rápidas a sus problemas”. Asegurando también, que estas decisiones se habían tomado en torno a criterios de analítica, cloud, social media y movilidad; convirtiéndose en el referente que seguirían una gran cantidad de las empresas tecnológicas, lamentablemente no todas con los mismos resultados de un gigante como IBM.

De hecho, no se cuentan con suficientes casos de éxito para afirmar que las empresas que se someten a acciones de reducción de personal logren obtener mejores resultados que las que no, esto se debe a que es una medida, en la mayoría de los casos, reactiva. Es decir, una empresa que actúe premeditadamente y con una visión a futuro, no necesitará atravesar por un downsizing para mantener o incrementar su competitividad en el mercado, evitando así el riesgo que ello supone.

 

 

 

 

Fuente:  structuralia.com

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies
×